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Tenemos una invitación que no es como cualquier otra, se trata de estar en la casa del Padre, no solo de visita, sino para habitar en ella.

Pero en nuestro caminar en la fe ¿estamos seguros de que conocemos completamente el camino para llegar?

Juan 14.1-14 muestra la relación que podemos tener con Jesús: profunda y cercana, dos acciones que permiten conocer, sin lugar a duda, el camino seguro al Padre.

¿Lo conoces o solo has escuchado de Él?

Es probable que hayas cuestionado alguna vez la Palabra de Dios, quizás la tienes cerca, pero no te has adentrado en su verdad o procuras pasar de largo porque han sido mayores los mitos, temores y tergiversaciones que las realidades donde puedes ver y vivir la luz.

Si estás cerca del camino, es decir de Jesús, no olvides que el fin de estar ahí es profundizar en la relación y conocerlo al punto de estar seguro de que te conducirá al Padre. Podrás decir, al fin, junto con Job: «Yo había oído hablar de ti, pero ahora mis ojos te ven» (Job 42.5 RVC).

Todos los versículos citados fueron tomados de la versión Reina Valera Contemporánea

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