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Y es que ni siquiera sus hermanos creían en él.  Entonces Jesús les dijo: “Para mí, el momento aún no ha llegado; para ustedes, cualquier momento es siempre bueno”. Jn 7.5-6

Antes de conocer a Cristo sentías que no estabas preparado para recibirle. De seguro por una serie de “requisitos” que creías se deben alcanzar para dejarlo entrar, como si se tratara de tener una casa impecable, cuando lo cierto es que su salvación no es para el cristiano bien portado sino para el pecador arrepentido.

Jesús los oyó, y les dijo: “No son los sanos los que necesitan de un médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Mc 2.17

Llegó el tiempo

¿Has estado cerca de la Biblia, pero nunca inmerso en ella? Piensa en esto: según cifras dadas por Wycliffe Global Alliance se estima que 6 mil millones de personas tienen acceso a las Escrituras en su versión completa, es decir, Antiguo y Nuevo Testamento, pero solo un 30 % de los creyentes o asistentes a una congregación la leen.

Si tenemos la oportunidad de leer la Palabra de Dios diariamente en 736 idiomas diferentes ¿por qué seguimos ignorándola? Llegó el tiempo de hacer contacto con las Escrituras de tal manera que, la fe y la relación con Dios sea profunda y nos prepare para los cambios abruptos de cada temporada en el mundo.

Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados, ni se detiene a hablar con pecadores, ni se sienta a conversar con blasfemos. Que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Sal 1.1-2

Medita en la Palabra, búscala todos los días y reconoce tu necesidad de tener una relación cercana con Jesús quien siempre está dispuesto a entrar por la puerta principal de tu vida, jamás por la ventana o la puerta de atrás.

Todos los versículos citados fueron tomados de la versión Reina Valera Contemporánea

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